sábado, 1 de septiembre de 2012

El gran problema del fútbol base (Parte I)




Hoy me gustaría tratar lo que considero uno de los grandes problemas del fútbol base –en líneas generales-. Por último antes de empezar, todo aquel que tenga cualquier duda intentaré solucionársela en medida de lo posible, podéis dirigiros a mí vía twitter @Miguel_Soto89 o mi correo Miguel_Entrenador@hotmail.es

 

No hace falta decir, que el fútbol base es, sin lugar a dudas, una de las etapas más importantes del futbolista. Aunque la “gloria” llega al final del túnel, con el debut como profesional y a menudo ni nos cuestionamos cuantos se han quedado en el camino sin llegar a esa meta. En esta etapa futbolística, me gustaría resaltar un problema, el “padre entrenador”. Sin lugar a dudas todo el mundo CREE saber de fútbol, CREE entenderlo y opina a menudo sin un conocimiento real del mismo. El fútbol es uno de los deportes más populares a nivel mundial, lo que deriva que se enriquezca de esa popularidad en muchos sentidos, pero a su vez tenga otros muchos aspectos negativos, ¿quién no opina de fútbol? Y subrayo, a menudo gratuitamente.

“Haber jugado al fútbol, no nos da un conocimiento real o profundo del mismo”

En la etapa de crecimiento del/la futbolista, la influencia de los padres en el chico/a es enorme, y sin lugar a dudas deben representar un pilar para sus hijos,  nunca convirtiéndose en un aliado en la búsqueda de excusas, o siendo sobreprotectores con él.

No sorprende –y muchos me entenderán- que en categorías inferiores a menudo se vean a padres dando indicaciones a sus hijos antes del partido, durante y después, lo cual es realmente nocivo para el crecimiento del deportista. Las ideas de los “padres entrenador”, seguramente entraran en contradicción con las del míster que durante la semana ha estado dirigiendo unas sesiones de forma programada y marcando unos objetivos, que el padre o madre desconocen. Este cruce de ideas, no hará más que confundir al/la chico/a disminuyendo el rendimiento, como resultado de no tener las ideas claras, el jugador se preguntará ¿escucho a mi padre? ¿al míster? ¿a quién? ¿a ambos? ¿a ninguno?

Además, esta forma de proceder crea un problema mayor que a muchos se les pasa por alto hasta que sus hijos tienen una edad considerable, yo lo llamo el “efecto fifa”. Esos gritos de “PASA!!” “CHUTAAA” no sólo traen ansiedad al chico, que debe ver sus inicios como algo divertido -sin olvidar que se debe competir-, asumiendo que esto implica un esfuerzo que debe ir en aumento a medida que crecen (no exigiremos lo mismo a un alevín-benjamín que a un Infantil o cadete por ejemplo). El efecto fifa, crea robots, futbolistas que no saben cómo actuar en las situaciones que se le plantean a lo largo del partido, el “PASALA!! CHUTA!!” sólo traerán un elemento positivo a MUY corto plazo con una posible victoria, pero acrecentando que el futbolista se convierta en un jugador de videojuego y por lo tanto que no sea útil, siendo innecesario a la larga y creando una enorme frustración en el mismo (asimismo se incluye a algunos entrenadores).

Vemos por lo tanto, en este primer bloque, que a menudo muchos padres se preocupan por la práctica deportiva de sus hijos, lo cual está bien, pero las formas en que lo hacen no son las correctas: “Quiéreme menos pero quiéreme mejor”. Observamos también que los padres dan indicaciones durante el partido, y también los efectos negativos que traen consigo. Y por último decir, si hemos confiado en un club/entrenador para dejar a cargo a nuestros hijos/as dejémosle trabajar, y si no nos gustan las maneras o formas, siempre se pueden buscar otros equipos que nos den mayor confianza. Sobre la relación entrenador-padres, entrenador-club y padres fútbol abriré un nuevo capítulo, si se me permite. Un abrazo a todos y gracias por leerme, y cualquier duda sólo tenéis que contactar conmigo.


Miguel Soto López

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