viernes, 28 de diciembre de 2012

Hipotecar y caer en bancarrota en el fútbol (I)


Puede parecer extraño, que haga uso de dicha terminología en el título, un vocabulario que resume a la perfección lo que hoy quiero expresar.

En los años que llevo en el fútbol base –que considero son pocos aún- he visto y vivido grandes experiencias, muchas muy enriquecedoras, pero también han despertado en mí un espíritu crítico con la única intención de mejorar. Y cuando hablo de mejorar, no hablo sólo en lo personal o individual, sino en este deporte y aquellos que lo practican. Para mí el fútbol, sin la base estaría perdido, y es lógico que esta se tiene que cuidar. Sin embargo, ¿cómo algo tan lógico, se transforma en esos errores que hipotecan al fútbol, y a nuestros futbolistas?

Errores que nos llevan a la bancarrota del fútbol –y no hablo en el plano económico-. Como siempre intentaré ser breve, tal vez sea adecuado empezar por lo que yo critico:

Cuántas veces hemos visto a un chico chutar desde su propio campo para anotar gol a ese portero “menudo”, ese al que señalan los rivales y dicen: “ehh mira que chiquitín vamos a chutarle desde lejos y por arriba”. ¿Pero es esto lo correcto?

¿Aquel futbolista que chuta desde larga distancia, aprende realmente fútbol si tan sólo se dedica a ello y poco más? Si bien es cierto, tiene una cualidad increíble, igual que otros futbolistas aprovechan sus cualidades físicas, fuerza, velocidad, en definitiva cualidades físicas que destacan por encima del resto y ayudan a sortear las dificultades que se plantean. Son jugadores que dan puntos.
Quiero indicar que no crítico el uso que da el chico sobre sí mismo, sino al entrenador que se de ello aprovecha sólo para ganar. En mi análisis “crítico” me baso en mi experiencia, esos chicos altos que cabeceaban y nada más, aquellos que tenían un buen golpeo y chutaban desde lejos, aquellos que se les lanzaba un balón largo y sólo corrían, o que eran portentos y se lo llevaban todo, el día de mañana no harán mucho, harán poco. ¿Por qué? Precisamente porque todo su juego se ha basado en unas cualidades en concreto y no se ha buscado explotar las otras –técnica, táctica, física, psicológica-. Eso se ve todos los fines de semana, todo por la simple ambición de un míster con ansias de llevarse 3 puntos, con equipos en los que se ve poco fútbol y si explotar esas virtudes –TODO POR GANAR-, donde si bien es cierto ganarán, pero los chicos el día de mañana serán MUY limitados y muy poco tendrán que decir en este deporte. 

No olvidemos, que no estamos en Primera División, es fútbol base. ¿Importa sólo aprobar en el parvulario?

Por si fuera poco, aquellos rivales endebles, aquellos que no dieron el “estirón” -físicamente hablando- lo hacen, se hacen más fuertes, más rápidos y por si fuera poco, para tapar todas aquellas cualidades de las que carecían en el pasado, ellos fueron adquiriendo una técnica exquisita, o han aprendido a pensar más rápido –a leer el fútbol, a pensar-, todo ese aprendizaje se le suma a aquello que no tenían y acaban siendo jugadores más completos, ejemplos hay muchos. ¿Realmente importa tanto el resultado en el fútbol base?

Por último, aquel portero bajito, será más alto, y aquel balón que se metía por arriba ya no se podrá meter, ¿Qué frustración tendrá el que chutaba por arriba si no sabe hacer mucho más?

Miguel Soto López, sígueme vía Twitter: @Miguel_Soto89

Y es que el fútbol base es el futuro.

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