martes, 11 de junio de 2013

El optimismo, y el pasado que marcaron mi camino.

Este artículo lo realicé hará cosa de 1 año, experiencias pasadas, enormes que demuestran a uno todo lo que ha crecido en tan poco tiempo. Simplemente, lo recomiendo, porque hay que ser optimistas.
Hoy me gustaría exponer un caso en particular. Aunque soy estudiante de Historia, esta vez, el texto irá dirigido a mis otros estudios y también oficio, el fútbol, que por distintas circunstancias que no vienen al caso, acabó conquistándome hasta convertirse en una gran pasión. En ese transcurso de tiempo, empecé a jugarlo, a entenderlo –o eso creía en su momento-. 
Para no aburrir al lector, llegaré a ese punto de inflexión, ese punto que me ha llevado a redactar este pequeño texto: Tenía 17 años y entre mis
compañeros de pachangas, decidimos apuntarnos a un torneo de fútbol (simplemente para pasarlo bien). Entrenando unas semanas antes, con mala pata, yo sólo corriendo me rompí. El alcance de la lesión 1 año sin poder hacer apenas deporte, fue un verdadero palo. Yo iluso en ese momento y sin conciencia de que era, creía que finalmente podría jugar, y el día del torneo asistí como uno más. Tras entrar al campo vi que era imposible, los compañeros decidieron en ese momento que actuara como míster. La experiencia me encantó, y echando la vista atrás sólo puedo pensar cuanto me faltaba por aprender. Sin embargo, ese hecho hizo que me introdujera de lleno en la temática de entrenar, quería descubrir los entresijos de cómo reinvertir la situación de juego en beneficio propio, el hecho es, que empezó a ser algo emocionante. Aquel hecho desafortunado me hizo probar el éxtasis, y dar mis primeros pasos como entrenador junto con un gran amigo con el que ya no comparto dupla técnica. Lógicamente empecé por lo más bajo, siendo además fútbol sala. Pasos de los que no me arrepiento pues han sumado una gran experiencia al todo hasta el día de hoy. Precisamente, este año, he estado llevando dos equipos, y a mitad de temporada me ofrecieron llevar un Infantil de 2ª división de sala, que tan sólo había conseguido 3 puntos, -algo que a priori me sorprendió.
El pesimismo de los chicos era enorme, no sabían que era competir, y en su cabeza no existía la palabra ganar ni optimismo, de 39 puntos habían conseguido 3 ¿Qué podían esperar? Encontré el reto de cambiar una dinámica negativa a positiva, a ser en definitiva optimistas. Ese cambio de mentalidad, junto con dar una forma de juego era mi prioridad (a corto plazo). Al final de la temporada, el equipo sumó 26 puntos en liga, y buena culpa de ello lo tenía el ambiente positivo y optimista que se logró imponer a la temática negativa. En estos 5-6 años que llevo entrenando, he tenido a grandes jugadores o menos, donde la aptitud ha marcado el devenir de sus pasos en el futuro y presente de su vida. 
               El efecto del OPTIMISMO en el caso expuesto, no era un “algo” puntual, era parte de un todo MUY necesario de esas 4 que forman el entrenamiento y juego conocidos como la técnica, lo físico, la táctica y la psicología. Sólo soy un estudiante y entrenador optimista, que busca trasladar su ilusión y esfuerzo, así como optimismo a esos chicos que dirijo de mejor o peor manera, en un mundo difícil, pero donde debe primar esa combinación anterior. Para progresar y ver ese camino en el que avanzar día a día sin detenernos, sin duda, hace falta una GRAN dosis de optimismo. Un camino, donde una lesión me descubrió una de mis grandes pasiones, y que hace que ahora este yendo a Valencia a estar junto a Patricia Ramírez la ex-psicóloga del Betis (nunca ex para los béticos). Ella sin duda dotó de ese ambiente optimista al equipo y en gran medida a la afición, -entre otras cosas- creando “OIB” junto con José María Gallego, -este último-  impulsor de esta gran iniciativa que me ha dado la oportunidad de poderos escribir. Y es que el optimismo ayer, hoy y siempre será esa receta para combatir a su antagonista. Optimismo es encontrar esa luz que disipe la oscuridad, irradiando poco a poco nuestra vida, y esto depende sólo de nosotros mismos. ACTÚA. Si luchas puedes perder, si no luchas estás perdido.

Miguel Soto López, entrenador de fútbol.

4 comentarios:

  1. Buen Blog, al que he llegado casi de rebote. Es increíble lo paralelas que pueden correr dos vidas, y como me he visto reflejado en tu biografía. Mucha Suerte y no dejes de luchar por tus sueños. ¡Un abrazo!

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    1. Jonatan, primero de todo gracias por leerme. Y en segundo lugar, MUCHAS GRACIAS, por el simple hecho de escribirme, es una de las mayores recompensas cuando alguien le ha dedicado un tiempo a "redactar" algo. Sólo puedo agradecerte tu tiempo, y decirte, que estamos aquí para cualquier cosa, y que tienes a tu disposición mi e-mail para lo que haga falta. GRACIAS DE CORAZÓN !!

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  2. Enhorabuena por tu blog Miguel. No nos dejes de contar tus historias en este especio ni dejes de compartir tu pasión por el fútbol.

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    1. CARLES !! Muchas gracias por tus palabras, intentaré que sea así. Espero verte más veces por aquí, es un placer !! Un abrazo grande !!

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