domingo, 8 de diciembre de 2013

Cruyff y su fútbol, fútbol..

Cruyff como entrenador
Pese a su cuerpo menudo, a su cara afilada, la que recuerda a aquel malabarista que convirtió en leyenda las caricias a un balón, Cruyff es un coloso. Un mito inquieto del fútbol que no se conforma con lo que ve, que, como un día hizo desde un banquillo, quiere que el juego no se pare, que siga mejorando. Propone -lo hizo ayer en la jornada de clausura del segundo Congreso Internacional de Fútbol de A Coruña, donde lo escucharon más de medio millar de personas-, otra manera de formar jugadores, una nueva revolución. «No es posible que cuando alguien quiere aprender a jugar bien al golf tenga cinco entrenadores, cada uno te enseña un tipo de golpe, un movimiento; mientras que en el fútbol es todo lo contrario: hay un entrenador para 22 futbolistas».


«El fútbol necesita ponerse al día», recalca Cruyff, quien también fue crítico con el nivel de la Liga: «Es pobre en cuanto a calidad. Veo a algunos jugadores y me pregunto cómo han podido llegar a jugar en estos equipos. Les cuesta hacer cosas que son sencillas de entrenar». «Muchas veces juzgamos a los entrenadores de cantera por sus resultados, pero eso es una tontería. Al primer equipo solo llegan futbolistas sueltos. Las capacidades que haya conseguido dar a cada uno lo definirán como un buen o mal técnico», añade. Defiende que se creen grupos de trabajo dentro de los clubes con un preparador para potenciar las habilidades de cada puesto. El sistema ya se ha puesto en marcha en uno de los inmensos manantiales de talento para el césped: el Ajax de Ámsterdam, el escudo que lo llevó a la fama. «Uno para los defensas, otro para los centrocampistas, delanteros, etc.», continúa su relato.
El Barça no está al cien por cien
En él también regala una pincelada sobre el Barcelona: «Contra el Ajax en Liga de Campeones vimos que sufría, cuando le presionaron arriba tuvo problemas para salir con el balón y eso es porque técnicamente no están haciendo las cosas al cien por cien». Y deja otro aviso a la selección española, explicó: «Ha hecho las cosas muy bien en los últimos años, tanto en el aspecto futbolístico como en los resultados. Pero hoy haciendo el 70% de las cosas bien ya eres un fenómeno; por lo que te queda un 30% para progresar. No deberían olvidarse de ese punto».

Ahora el auditorio no pierde detalle. Entonces, el mito recurre a su mandamiento. «Lo trascendente es la velocidad de ejecución. Eso es lo que marca la diferencia...». Y reivindica el fútbol de la calle -uno de los proyectos de su fundación se centra en dar un aspecto atractivo a los patios de los colegios, para que los niños se animen a practicar deporte-. «Es el lugar en el que los futbolistas pequeños se hacen mayores. Juegan contra chicos más grandes físicamente y tienen dos opciones: o se hacen habilidosos con el balón, o se marchan para su casa sin tocar una pelota».
Tras media hora de charla, un torrente de fotos. Teléfonos móviles apuntándole hasta cuando se encuentra subido ya en el coche. Nunca frena su sonrisa. Es un mito.
Extraído de: La Voz de Galicia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario